jueves, 3 de mayo de 2012

Google y los estados de ánimo


Una vez alguien a quien tenía en alta estima (¿dónde estarás?) me dijo que en Google estaban las respuestas para todo, hasta para los estados de ánimo. Una mañana en la que no se sentía particularmente optimista había escrito en el buscador “Me quiero morir” y le había aparecido un poema de Lorca. Esto, por alguna razón, le había maravillado y por ende, levantado un poco la moral y aliviado la resaca.

Desde entonces los tiempos y los motores de búsqueda han cambiado bastante, así que si tecleas hoy la misma frase (lo he hecho por motivos empíricos), lo que te encuentras son cinco enlaces de Yahoo respuestas y otro de depresion.org. Falta poesía.

La fascinación que le había producido la respuesta de Google contenía también cierta cura de humildad. Cuando sientes cosas que te hacen creerte único, basta un golpe de ratón para darte cuenta de que no importa lo retorcido que sea: alguien lo ha pensado antes. Internet, visto así, es la constatación de nuestra falta de originalidad sentimental.

Otro amigo (músico) de la época lo tenía muy claro. Solía decir: “Odio a Gustavo Cerati, porque todo lo que quiero componer, se le ocurrió a él antes”. Hay gente con talento y luego, los que escribimos en Internet.

Soda Stereo y Andrea Echeverri haciendo magia en La ciudad de la Furia


De todo esto hace muchos años y muchas vidas, pero aun así, de tanto en tanto, en esos días en los que ni yo me puedo explicar, me vienen a la cabeza Lorca, Google y el muchacho (en serio, ¿dónde estás?), y pruebo suerte, hasta ahora siempre con resultados decepcionantes.

Hoy era uno de esos días y me ha salido esto:


 Tengo la profundidad emocional de una moneda de 2 céntimos. Me quiero morir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario