A lo mejor soy yo, que tengo mala estrella, o es algo
intrínseco a las relaciones, pero ni siquiera en las condiciones más favorables
(léase meetic, donde todo el mundo va más o menos a lo mismo) consigo que las
cosas me salgan como quiero.
Supongamos dos sujetos: S (Salmantino) y L (Luke) en un
escenario M (Messenger)
S parece un hombre interesante. Sabe escribir, reflexiona
sobre la vida y elabora teorías que me intrigan.
L se dedica a jugar al poker con los amigos y tirarse
azafatas. También le gusta el buen cine, pero doblado al español.
S no para de decirme lo interesante que le parezco y lo
mucho que le llamo la atención.
L se echa unas risas cuando digo una tontería y no pierde
ocasión para recalcarlas.
S me relata alguna anécdota muy íntima de su pasado reciente
y se le escapa un “entonces conduciré yo cuando nos hagamos escapadas de fin de
semana”. Le tengo que recordar que aún no nos conocemos.
L me dice que ha ido a un bar muy chulo que, por lo que le
he contado, seguramente me gustaría.
S asegura que quiere que nos veamos por fin en persona. Me
propone hacer algo el fin de semana, pero queda en confirmarme, ya que a su
coche se le ha encendido una luz y no sabe si lo tendrá que dejar en el taller
L me pide el teléfono, y me pregunta si tengo planes el
domingo.
S me trata como a un ser especial
L me trata como a un colega
Lo poco que he visto de S me encanta
Lo poco que he visto de L me hace gracia
Si el guión de esta película lo escribiera yo, terminaría un
sábado por la noche con Beli y S recostados en un bar con poca luz (y velas,
claro), una copa en la mano y mucha filosofía barata sobre el amor y las
relaciones en la Europa
del siglo XXI. Y un beso, por supuesto. Muy lento y muy suave.
Como el guionista de mi vida es un psicópata con mucho
sentido del humor, esto es lo que pasa:
S no coincide conmigo en el chat así que no tengo forma de
saber si su coche está en el desguace o ha muerto sepultado por un cielo raso.
L me llama el sábado y me invita a ir al cine el domingo.
Final de la película: Beli se va al cine con L, se bebe un
par de tercios y se caga en el romanticismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario