martes, 6 de noviembre de 2012

Tired of being in charge


Charleen dice que tiene que emigrar, que no está satisfecha con la estatura media del macho español, y que se tiene que marchar a un país donde medir 1,80 sea ser bajito. Que quiere encontrar un hombre que la haga sentir una pequeña princesita, que la mime, que la cuide, que se haga cargo de las cosas… Viéndola encaramada en su 1,90 (con tacones, pero 1,90), con su voz potente y esa personalidad que llena habitaciones (y quién sabe, algún día, estadios) sólo se me ocurrió una pregunta:

-Why would you wanna do that?
-I’m tired of being the man

Y me acordé. Yo también, en algún momento, he estado cansada. Cansada de arrastrar muebles, de cargar cajas de IKEA que pesan más que yo, de limpiar, taladrar, discutir con el banco y con Hacienda, colgar estanterías, hacer comida, subir la compra, ordenar warehouses, escuchar intrusos en el patio, ver huracanes tras ventanas que tiemblan y se agitan, arreglar mesas que cojean, pintar paredes y sacar arañas.

A veces me canso de vivir la vida sin ayuda. Espero que la gente que cree, como yo, en la igualdad hombre-mujer no se eche las manos a la cabeza y me tache de machista. Más bien al contrario, en mi afán por hacerlo todo yo sola, ha habido momentos en los que he tocado fondo, me he sentado en el sofá y he estado tentada de jugar el comodín de “Ayúdame, que soy pequeña y no puedo” haciéndole un flaco favor a las de mi sexo. Siempre he pensado que las mujeres que sacan esa carta cada vez que hay que levantar peso o apretar un tornillo (conozco a varias) nos perjudican a todas las demás en nuestra lucha por que nos tomen en serio.

Estoy segura de que a los hombres también les pasa, pero ellos no tienen comodín, y eso es un problema para todos.  Tal vez el camino no pase por que nosotras dejemos de pedir ayuda. Tal vez la solución es que ellos empiecen a reconocer que, en ocasiones, también pasan miedo, que tampoco les gustan las arañas, y que muchas veces “They are tired of being in charge.”

3 comentarios:

  1. Pues si nos pasa, pero cuando desde niños se nos ha enseñado a pelear o aguantar es dificil que pedir ayuda sea una opción que nos planteemos.

    Y no nos agobiamos por las mismas cosas, de los muebles a las arañas poco nos preocupa.

    Cuentale a un hombre cualquiera de esas 'dificultades' y no será capaz de empatizar contigo. Te dará la solución o lo hará el mismo.

    Si nos agobia la responsabilidad, el control, el futuro. Y nos enseñaron que crecer era dejar de pedir el comodín.

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    1. Cómo me alegro de leer lo que pones. Desde luego, es un tema cultural que nos viene desde chiquititos. Confiemos en que los niños de las próximas generaciones sean educados de forma diferente por el bien de ambos sexos y su conjunción.
      Y no me entiendas mal: Me encanta el bricolage y las arañas no me dan ningún reparo. Es la suma, cuando todo se junta, lo que a veces me (nos) supera.

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  2. Y yo que pensaba que para que el mundo fuera un lugar mejor bastaba con enseñar a las mujeres a usar una black & decker...

    Pero hay dos temas distintos.

    Por un lado los hombres no suelen agobiarse por 'todo se junta'. Simplemente dejan algunas cosas sin hacer.

    Por otro no suelen pedir ayuda, a veces ni al GPS.

    ¿De veras te gustaria que los hombres fueran educados para 'agobiarse' o para esperar un comodin?

    Que nos educaran para admitir ayuda cuandos las cosas se ponen feas de verdad, si lo aceptaria.

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